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Resumen Ejecutivo

Se trata del primer estudio técnico sobre los efectos que tienen los bloqueos sobre variables importantes, tanto desde la perspectiva macro (inflación), como desde la perspectiva micro (Ingreso real y consumo de hogares).

A partir de estadísticas sobre bloqueos de al menos un día de duración en el período 2002-2005 y que afectaron al abastecimiento de mercados de las ciudades del Eje, La Paz , Cochabamba y Santa Cruz, se determinan los impactos de dichos bloqueos sobre la inflación de cada ciudad y sobre la inflación nacional. Luego, considerando el incremento de precios generado por los bloqueos, se cuantifica el efecto que esta alza en precios tiene sobre el ingreso real y consumo de los hogares. El estudio considera un alto nivel de desagregación, tanto en inflación como en ingreso real y consumo.

Para la determinación del impacto inflacionario se descompone la canasta básica en ocho componentes y, econométricamente, se identifican dos como los principales canales de transmisión de dichos efectos; éstos son, Productos Agrícolas y Alimentos Elaborados. Ambos componentes están conformados por productos con alto grado de perecibilidad, cuyos precios resultan sensibles a restricciones de oferta causadas por los bloqueos.

Dependiendo de la ciudad afectada por un bloqueo, la magnitud del impacto es diferenciado. Sin embargo, en todos los casos, los bloqueos afectan más a los precios de los productos agrícolas y en menor grado a los precios de los alimentos elaborados.

A través de técnicas econométricas, se establece que en promedio, por cada día de bloqueo y dependiendo de la ciudad afectada, se genera una inflación de 0.24%, 0.13%, y 0.07% en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, respectivamente. Más aún, dicha inflación refleja incrementos de precios en Productos Agrícolas y Alimentos Elaborados de 1.70% y 0.37% en el caso de La Paz, 1.39% y 0.08% en el caso de Cochabamba, respectivamente, y 1.26% en precios de Productos Agrícolas en el caso de Santa Cruz.

En el estudio se presenta el impacto inflacionario mensual de los bloqueos durante el período 2002-2005. Se presenta también un estudio detallado del impacto inflacionario durante los conflictos sociales de febrero y octubre del año 2003 y junio del año 2005, concluyendo los dos últimos con cambios de gobierno.

En febrero de 2003, los conflictos generados por medidas de Sánchez de Lozada destinadas a gravar directamente el ingreso se manifestaron en todo el país a través de marchas pero no de bloqueos. La inflación ese mes fue negativa, -0.21%, respondiendo a una combinación de factores estacionales principalmente. Este caso particular muestra que los conflictos sociales sin bloqueos no necesariamente generan incrementos en el nivel general de precios; más aún, a partir del análisis por componentes principales de la inflación, muestra que los precios de los productos agrícolas y alimentos elaborados tampoco son necesariamente afectados con un incremento en precios.

Durante los graves conflictos sociales de octubre del año 2003, denominado Octubre Negro, se realizaron bloqueos que prácticamente paralizaron el país durante más de dos semanas. La inflación nacional en ese mes alcanzó a 1.25%, de los cuales 0.95 puntos porcentuales se debieron al incremento en precios de los productos más sensibles a bloqueos; 0.51 puntos porcentuales debido a inflación en Productos Agrícolas y 0.44 puntos porcentuales a inflación en Alimentos Elaborados. Curiosamente, de acuerdo a información oficial, el promedio mensual de precios del transporte no se incrementaron durante este mes.

En junio de 2005, mes de conflictos sociales y bloqueos que terminó con la renuncia del Presidente Mesa, la inflación nacional mensual fue de 1.54%, de los cuales 0.92 puntos porcentuales se debieron al incremento en precios de los productos más sensibles a bloqueos; 0.54 puntos porcentuales debido al incremento de precios en Productos Agrícolas y 0.38 puntos porcentuales a incrementos en Alimentos Elaborados. A diferencia de Octubre Negro, debido a los bloqueos y conflictos sociales, los precios del transporte se incrementaron significativamente, explicando 0.28 puntos porcentuales de la inflación general.

En la segunda parte del estudio, se aplican los resultados sobre impacto inflacionario para determinar el impacto de los bloqueos sobre el ingreso real y consumo de las familias. Debido a que dichos efectos dependen del nivel de ingreso de las familias, a partir de bases de datos sobre ingreso y gasto familiar de la encuesta MECOVI del año 2002, éstas son ordenadas según ingreso per cápita y divididas uniformemente en diez estratos o deciles.

El impacto de los bloqueos sobre el ingreso real (en cuánto disminuye el poder adquisitivo del ingreso si se mantiene el nivel de consumo antes del bloqueo y la consiguiente subida de precios que se genera) es altamente diferenciado entre los deciles bajos o de menor ingreso y los deciles altos o de mayor ingreso. Además, aunque en menor grado, también existen diferencias entre los efectos por ciudad.

En La Paz, los bloqueos afectan en 6 veces más al decil de menor ingreso que al decil de mayor ingreso; la relación es de 13.3 a 1 en Productos Agrícolas y de 3.9 a 1 en Alimentos Elaborados. En Cochabamba, el impacto también es desigual afectando más a los sectores de menor ingreso que a los sectores de mayor ingreso; reduce el ingreso real del decil más bajo en 4.7 veces más que el ingreso real del decil más alto, la relación es de 10.1 a uno en Productos Agrícolas y de 3.1 a uno en Alimentos Elaborados. En Santa Cruz, el efecto desigual sobre ingreso real es de 5.0 a 1 entre el decil más bajo y el decil más alto.

La subida de precios debido a los bloqueos no solamente tiene un efecto ingreso, sino también un efecto sustitución, lo que se refleja directamente en un impacto de los bloqueos sobre el consumo. De acuerdo a una encuesta directa, realizada específicamente para el presente estudio, la sustitución por productos de menor precio y calidad afecta más a los deciles de menores ingresos y relativamente poco a los sectores de ingresos más altos. Dado el escaso margen para gastos imprevistos que tienen los sectores de menores ingresos, la sustitución llegaría a la abstención forzosa en algunos casos de estos sectores.

Durante el último conflicto social generalizado y de larga duración con bloqueos, junio de 2005, las familias no solamente vieron disminuida la capacidad adquisitiva de sus ingresos, también tuvieron que ajustar su consumo, pero en forma desigual.

En La Paz, en el decil de menores ingresos, el 46% de familias ajustaron su consumo de Productos Agrícolas y el 77% su consumo de Alimentos Elaborados; en cambio, los dos deciles de mayor ingreso prácticamente no ajustaron su consumo de Productos Agrícolas y sólo el 8% del decil más alto ajustó su consumo de Alimentos Elaborados.

En Cochabamba, el impacto desigual de los bloqueos de junio de 2005 fue similar. En el decil de menores ingresos, el 38% de familias ajustaron su consumo de Productos Agrícolas y el 61% su consumo de Alimentos Elaborados; en cambio, los cuatro deciles de mayor ingreso prácticamente no ajustaron su consumo de Productos Agrícolas y sólo el 8% del decil más alto ajustó su consumo de Alimentos Elaborados .

A partir de consideraciones técnicas relativas a la metodología de cálculo de la inflación, al levantamiento de información del IPC y a la característica de burbuja inflacionaria que tienen los efectos de los bloqueos sobre el nivel de precios, el estudio muestra que las estadísticas oficiales sobre inflación mensual atenúan el efecto inflacionario de los bloqueos (limitación operativamente necesaria, por otra parte). Este hecho se reflejaría en la subestimación de los efectos tanto sobre ingreso real como consumo de las familias.

La encuesta directa muestra que en el caso del conflicto social con bloqueos del mes de junio de 2005, el efecto de los bloqueos en ese mes, canalizado a través de los componentes sensibles Productos Agrícolas y Alimentos Elaborados, representa el 18% del ingreso mensual en el decil más bajo y el 2% en el decil más alto, en el caso de la ciudad de La Paz; a su vez, en el caso de la ciudad de Cochabamba representa el 11% del ingreso mensual en el decil más bajo y el 3% en el decil más alto.

El efecto negativo y desigual de los bloqueos, tanto sobre ingreso real como sobre consumo, no se distribuye linealmente sobre los deciles intermedios. Se concentra más en los sectores de menores ingresos; es decir, la trayectoria de efecto negativo sobre los deciles de más bajo a más alto tiene la forma de una jota, reflejando una mayor concentración en los deciles más bajos .

A continuación se presentan algunas de las principales conclusiones de este estudio, además de las específicamente cuantitativas relativas a la medición de impactos.

A pesar de su alta recurrencia, el efecto de los bloqueos no parece ser comprendida plenamente; en particular, no tiene sentido atribuir a los conflictos sociales y bloqueos la responsabilidad de la leve aceleración de la inflación en los últimos años. Las burbujas inflacionarias generadas por los bloqueos no se reflejan necesariamente en la inflación anual, es necesario buscar explicaciones económicas para el desempeño en precios más allá de los bloqueos y conflictos sociales.

El impacto de los bloqueos sobre el nivel de precios se canaliza principalmente a través de los productos perecederos. Los Productos Agrícolas son altamente sensibles aún a bloqueos de corta duración, los Alimentos Elaborados son más sensibles a bloqueos de relativa mayor duración.

El impacto de los bloqueos sobre el ingreso real y consumo de los hogares no es uniforme, afecta más a los sectores más pobres. En este sentido, los bloqueos tienen un efecto altamente regresivo.

La magnitud del impacto sobre el ingreso real se atenúa artificialmente, aún para los sectores más pobres, debido razones metodológicas. Una encuesta directa, realizada específicamente para este estudio, revela que el impacto sobre ingreso real y consumo podría ser considerablemente mayor; además, existen señales que en los últimos años la vulnerabilidad ante bloqueos se habría profundizado en los sectores más pobres.

Además de los efectos tratados en este trabajo, los bloqueos tienen otros que son difíciles de cuantificar, pero que afectan a la sociedad en su conjunto: Imagen de inestabilidad social y política, se ahuyenta la inversión extranjera, las exportaciones del incipiente sector exportador no tradicional corren el riesgo de pérdida de mercados y/o sufren pérdidas directamente atribuibles a los bloqueos. En lo interno, las decisiones de inversión se postergan y se desalienta el surgimiento de nuevos emprendimientos, con el consiguiente costo de oportunidad en términos de generación de riqueza y empleo; se produce pérdida parcial o total de producción agrícola en tránsito hacia los mercados locales, el incremento en costos de transporte son en gran parte asumidos por el consumidor.

Los frecuentes conflictos sociales en el país, cuya expresión extrema son los bloqueos, son síntomas de “fallas estructurales” que trascienden el ámbito económico. Estas fallas estructurales, no pueden ser resueltas sino en el mediano y largo plazo; la recurrencia sostenida a los bloqueos como medida extrema de demanda no deja de recordarnos la urgencia de resolver dichas fallas empezando a corto plazo.